Claves para mejorar la relación con tus empleados

Después de las suegras, los jefes son las personas más odiadas en este mundo. Y es que, ¿quién puede afirmar que tiene un jefe increíble que lo apoya, lo ayuda a crecer y, además, pone el ejemplo con su propio trabajo? La verdad es que muy pocas personas.

Tener una mala relación con tus empleados es malo para tu imagen, su desempeño y los objetivos de la empresa. De acuerdo con un estudio publicado por la Universidad de Florida, una relación de respeto y confianza entre los trabajadores y sus jefes tiene como consecuencias una mayor colaboración, innovación y eficiencia en el lugar de trabajo. Tiene lógica, ¿no?

¿Cómo dejar de ser el jefe odiado y convertirte en un aliado de tus empleados? Toma nota de las siguientes claves.

Sé paciente

Sin duda tendrás empleados difíciles, aquellos que pondrán tu paciencia al límite. Sin embargo, una de las principales cualidades de un líder es ser paciente para obtener los mejores resultados. Toma el tiempo que sea necesario para escucharlos, asesorarlos y encaminarlos hacia sus objetivos. Si lo haces, tendrán la confianza para acudir a ti ante cualquier situación.

Cumple tu palabra

¿Prometiste una tarde libre a quienes alcanzaran sus metas? Cumple esta promesa lo antes posible. Aprende a hacer promesas razonables y a mantenerlas; si no lo haces, tus empleados perderán la confianza en ti. ¿Y en qué se basan todas las relaciones? Cierto: en la confianza.

Sé discreto

Como líder de un equipo, sabrás muchas cosas que las demás personas no. Aprende a ser discreto y no divulgarlas, ya sean decisiones importantes que aún no deban darse a conocer o chismes de tus propios empleados. ¿Por qué no establecer una política de cero tolerancia a los chismes y rumores (y poner el ejemplo)?

Ofrece ayuda

No importa qué tan ocupado estés: ofrece asistencia a tus empleados cada vez que la necesiten. Hazles saber que pueden acudir a ti con cualquier duda, comentario o queja que les surja. Si se sienten cómodos hablando contigo, intercambiando ideas y compartiendo problemas, confiarán en ti.

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Pon el ejemplo

¿Les exiges una enorme cantidad de tareas, pero pasas el día entero viendo videos en Facebook? Tenlo por seguro: te odiarán y se sentirán más que desmotivados para cumplir sus funciones. Si quieres que den lo mejor de sí mismos, conviértete en un ejemplo a seguir. Así, además, te respetarán como el líder que eres.

Crea un vínculo cercano

Muchos jefes creen que infundir temor en su equipo es equivalente a inspirar respeto, pero nada podría estar más alejado de la realidad. En lugar de temor, infúndeles confianza y así propiciarás un ambiente cordial. Recuerdo a una jefa que se rehusaba a tener una oficina aislada del resto de los empleados, pues sentía que esto generaría una especie de barrera. Pidió que se aprovechara ese espacio para crear una sala de esparcimiento y ella ocupó un lugar como el del resto de empleados.

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Establece objetivos claros

Asegúrate de que la comunicación con tus empleados sea abierta. Establece objetivos claros, siempre en conjunto con ellos. Deja abierta la posibilidad de que dialoguen contigo.

Confía en tus empleados

Pedir a tus empleados una lista de todo lo que hicieron durante el día, preguntarles cada dos segundos “en qué andan” o quitarles todo acceso a redes sociales es, básicamente, no confiar en ellos. Si crees en ellos, confía en que encontrarán la mejor manera de alcanzar sus resultados y no los monitorees como un maestro a sus alumnos.

Sé flexible

Cada empleado tiene necesidades particulares, y aprender a adaptarte a ellas puede ser un verdadero reto. Olvida el “sí o sí” o el “de ninguna manera”. Si necesitan un permiso especial, ajustar horarios o un mayor plazo de entrega, sé flexible con ellos. Pero deja muy claro que esta flexibilidad se gana cuando cumplen con sus resultados.

Mantente abierto a las sugerencias

Si no toleras las críticas y tu frase favorita es “así son las cosas, y si no te gusta, puedes irte”, no te sorprendas si tus empleados no quieren siquiera voltear a verte (y si la tensión reina el ambiente). Mantén la mente abierta a las críticas, opiniones y sugerencias: tu relación con ellos se verá sumamente enriquecida.

Ofrece retroalimentación

De manera informal y también como un canal de comunicación establecido, haz saber a tus empleados si están cumpliendo con las expectativas. Hazles saber qué están haciendo bien, qué cualidades aprecias de ellos, y también las áreas en las que pueden mejorar. Nunca centres tu retroalimentación en los aspectos negativos.

Fomenta la convivencia

De vez en vez organiza reuniones fuera de la oficina, como ir de boliche o al minigolf. Mejor aún: involucra a tus empleados en alguna actividad de caridad.

Enfrenta las situaciones difíciles

No temas enfrentar las situaciones incómodas o los conflictos. Usa tu juicio para saber cuándo debes trabajar en un problema para que éste no escale y se convierta en algo más grave.

6 reglas para ser un mejor jefe

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Y, ¿dónde te encuentras hoy día en tu vida profesional?, ¿apenas inicias?, ¿ya eres un “Jefe” con un equipo de colaboradores bajo tu responsabilidad? ¿Ya eres Director de una gran área operativa? ¿Organizas grupos de trabajo y colaboradores temporales para el logro de tus proyectos?

Sin importar donde estés la complejidad en el trabajo y tus asignaciones y responsabilidades se complican cada día más y más. ¿Cómo hacen los líderes efectivos y eficientes que las cosas sucedan? Un camino a recorrer es el arte de crear compromiso en sus equipos de trabajo. Yves Morieux de Boston Consulting Group nos comparte 6 reglas para lidiar con la complejidad de los proyectos e iniciativas de las empresas. Con ellas, dice, puedes lograr que tus equipos de trabajo resuelvan los problemas sin la ayuda del jefe (o sea tú). Esto aplica en cualquier industria y en cualquier posición de trabajo.
La complejidad no es mala por sí misma, pues nos brinda oportunidades y retos, el problema estriba en cómo la atacamos.

¿Rediseñando mis procesos operativos y mis estructuras organizacionales?
No necesariamente a través de más capas de coordinación y más procesos de control se lograr lidiar con la complejidad, pues lo que acaba sucediendo es que dedicaras más tiempo a escribir reportes y organizar reuniones de trabajo que en hacer el trabajo en sí. Esto puede ocasionar que se lleven a cabo muchos esfuerzos en vano y se genere re trabajo y frustración.
Lo verdaderamente importante es crear un ambiente de trabajo excitante, cooperativo y alentador, que haga a nuestros colaboradores entender la importancia de lo que hacen y del como lo hacen y del impacto que tienen tanto sus acciones como sus no acciones y fomentar el desarrollo de soluciones creativas a retos complejos.
El usar estos principios o reglas básicas también ayuda al desarrollo personal y profesional de nuestros colaboradores.

Reglas

1. Mejorar el entendimiento de lo que los integrantes del equipo hacen.
2. Detectar y dar fuerza a la gente que tiene la capacidad de Integrar.
3. Expandir la cantidad de “poder” disponible.
4. Crear mayor necesidad de reciprocidad.
5. Que el equipo sienta la proximidad del futuro.
6. Echarle la culpa a los que no cooperan.

1. Mejorar el entendimiento de lo que los integrantes del equipo hacen.
Esto se logra a través de clarificar la metas y objetivos de cada proyecto a cada miembro del equipo, dejarles ver cuáles son los retos, las expectativas, los recursos con que contamos, con los recursos que no contamos, las restricciones a las que nos enfrentaremos. Cada quien tiene que tener claro su rol y su responsabilidad y también la de cada uno de los integrantes del proyecto.
2. Detectar y dar fuerza a la gente que tiene la capacidad de Integrar.
Identificar a la gente que funciona como integradora, esto es que en los procesos siempre podemos observar a gente que tiene que interactuar con otros equipos de trabajo y áreas y que ya tiene esa conexión y capacidad de comunicación. A esta gente hay que darle una mayor responsabilidad y autoridad. Tiene que lograr la integración e interacción completa entre el cliente y el equipo de trabajo, esta persona puede estar inclusive, del lado del cliente.
3. Expandir la cantidad de “poder” disponible.
El hacer que la gente tenga un mayor ámbito de responsabilidad que incluso vaya más allá de sus áreas habituales hace que se logre una mayor interacción y conocimiento de un proceso completo y le hace ver la importancia de lo que está llevando a cabo y del impacto que logra.
4. Crear mayor necesidad de reciprocidad.
Muchas veces al restringir los recursos de apoyo para un proceso dado obliga a buscar soluciones diferentes y mejorar la cooperación entre grupos de trabajo siempre y cuando todos entiendan que tanto los beneficios como los problemas que se generan son de todos y no nada más de quien está en la línea de batalla. Eliminar monopolios internos y silos de poder también es un arma efectiva para logar cooperación.
5. Que el equipo sienta la proximidad del futuro.
El futuro y las consecuencias de las acciones del equipo de trabajo deben de estar cerca y ser visibles. El equipo tiene que saber las fechas en las que las iniciativas o proyectos deben estar listas, el proceso de revisión del estatus debe ser frecuente y también es ideal que el equipo que trabaja en la iniciativa o proyecto, una vez terminado este, tenga responsabilidad sobre la operativa.
6. Echarle la culpa a los que no cooperan.
Multar la no cooperación de algún miembro del equipo de trabajo aun cuando no es su responsabilidad directa la situación a resolver puede ayudar a hacer ver que el éxito o fracaso del proyecto es responsabilidad de todos los integrantes del equipo.

La Cooperación No es el llevarme a todo dar con mis compañeros de trabajo , proyecto o clientes, es tomar responsabilidad y tomar en cuenta las metas y objetivos del grupo completo y actuar en consecuencia.

Fuente: Merca 2.0